Deporte base y aficionado. Fernando Caballer: 2008-03-30

¡¡ALERTA ROJA!! No se me ocurre decir otra cosa ante el partido que presencie el pasado domingo.
Tan solo son niños, niños que aun están jugando con "juguetes" (sustituidos por juegos electrónicos), niños que precisan de una atención especial por parte de los padres, mimos, cariño, afecto y sin embargo en un campo de fútbol se comportan como auténticos bárbaros. Y es que lo que ven por TV y el ejemplo que les damos los mayores no es bueno.
Se disputaba un encuentro de fútbol 7 alevín y el partido discurría con normalidad hasta que uno de los equipos empezó a encajar un gol tras otro. A partir de entonces los encargados de dicho equipo van perdiendo los papeles poco a poco, protestan cada decisión del árbitro, gritan, gesticulan hasta el punto que éste dialoga con ellos en unas cuantas ocasiones pidiéndoles que se tranquilicen que esto es tan sólo un partido entre niños.
A la vez la grada se va contagiando, los padres chillan, insultan al juez del partido (se equivoque o no es el que manda, ¿quién no se equivoca un par de veces al día?), en definitiva que el el ambiente se enrarece.
Los propios niños también se van contagiando con la actitud de su "entrenador" y de la grada y se sienten perjudicados y acosados por el árbitro, protestan, se enfadan, se indignan y esto hace que su actitud en el campo poco a poco deje de ser de deportistas y comienzan, sin darse cuenta ni ser conscientes, a practicar un fútbol demasiado duro para la edad que tienen.
El ambiente sigue cargándose y ya nada está bien por parte del colegiado, ya se oye decir que el árbitro está de parte de los que van ganando y frases similares. El colegiado con buen criterio habla de nuevo con los responsables del equipo, que se tranquilicen, pero nada.
Y todo esto lleva a que los niños ya se olvidan de jugar, se olvidan de divertirse de pasarlo bien y comienzan a realizar actos impropios de un juego, entradas sin balón, pequeñas agresiones, provocaciones y esto en niños que rondan los 7 y 9 años, Dios mio ¿dónde vamos a parar? y lo peor es que nadie les llama la atención, cuando este juego como todos los juegos del mundo son para EDUCAR, ENSEÑAR VALORES, EDUCACIÓN, RESPETO, ¿dónde están todos esos valores en los niños?. Señores responsables de equipos de niños lo primero y principal es EDUCAR, la competición ya les llegará más tarde o no, nunca se sabe pero a estas edades hay que educar por encima de todo.
Al terminar el encuentro todo quedó en nada, a Dios gracias, los equipos se saludaron, con más o menos ganas, pero se saludaron y esto sí que vale la pena.
Ojala estos espectáculos algo agresivos para la edad de alevín no se sigan viendo en un campo de fútbol.
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